¿Por qué bostezamos?

Irremediablemente si nos cruzamos con alguien que esté bostezando no podemos más que imitarle puesto que a los pocos segundos, nuestra boca empieza a abrirse. El bostezo se inician de forma involuntaria e inmediata al ver o escuchar a alguien bostezar. Pero… ¿por qué bostezamos?

Que los bostezos son contagiosos es algo bien conocido por todos. Pero es curioso que sólo los humanos y los chimpancés y babuinos bostezan cuando ven u oyen a un miembro de su especie hacer lo propio y, aunque hay muchas teorías sobre las causas de este fenómeno, ninguna cuenta con el respaldo científico definitivo. Sin embargo los bostezos espontáneos existen desde hace más de 200 millones de años.
La más es que todo se debe a la empatía. Nuestra capacidad para entender y ponernos en el lugar del otro (una cualidad que también se ha detectado en primates como los chimpancés) sería la clave para explicar por qué nuestro organismo imita lo que ve en el otro como si de un espejo se tratara.

Bostezar ayuda a mantener la cabeza fría, según un estudio. Las conclusiones podrían contener alguna esperanza para quienes sufren de insomnio, migrañas e incluso epilepsia. Por otro lado, también bostezamos cuando tenemos sueño o hambre.
Hack y Andrew Gallup, de la Universidad de Princeton, proponen que al bostezar se expanden y contraen las paredes del seno maxilar para bombear aire al cerebro, lo que hace disminuir su temperatura. Ubicado en nuestros pómulos, el maxilar es una de las cuatro cavidades más grandes en las cabezas humanas.
“Al igual que los ordenadores, el cerebro humano es muy sensible a las temperaturas y debe permanecer fresco para operar eficientemente”, dijo Hack. Así pues, los bostezos se provocan por un aumento en la temperatura cerebral y ayudan a enfriar el cerebro.

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Además, comprender el bostezo puede ser una herramienta útil para el diagnóstico de ciertas condiciones médicas, tales como la epilepsia y las migrañas, ambas se pueden predecir por un exceso de bostezos, según dicen los científicos. Soose de la Universidad de Pittsburgh añadió que el descubrimiento podría ayudar algún día a médicos en el tratamiento de pacientes con insomnio, el trastorno del sueño más común en U.S.
Una cosa curiosa, como hemos indicado anteriormente, es que los científicos han determinado que la gente bosteza más cuando lo hacen sus seres más queridos.
Existen conjeturas acerca de la relación entre contagio y empatía. Pero por primera vez, los científicos han observado y estudiado con detenimiento este fenómeno.
Los resultados obtenidos durante el experimento mostraron que el ritmo del contagio de los bostezos es mayor en primer lugar con parientes, en segundo lugar con amigos, conocidos y por último desconocidos. La explicación más conciliadora sobre el origen de los bostezos y por qué se contagian se basa en la hipótesis que considera que el bostezo tiene una función social y comunicativa, donde los valores sociales responden a necesidades fisiológicas.
Los hallazgos sugieren que el bostezo es una forma de solidarizarse con las personas que experimentan una sensación, que en este caso, se suele relacionar con estrés, ansiedad, aburrimiento o fatiga.
El origen y función de los bostezos son todavía motivo de controversia y especulación entre los científicos. Mientras tanto lo descubren…empaticemos con nuestros seres queridos.