¿Podemos clonar animales extinguidos?
Normalmente, una especie se extingue dentro de los primeros 10 millones de años posteriores a su primera aparición, aunque algunas especies, denominadas fósiles vivientes, sobreviven prácticamente sin cambios durante cientos de millones de años. La extinción es histórica y usualmente un fenómeno natural. Se estima que cerca de un 99,9% de todas las especies que alguna vez existieron están actualmente extintas.
Pero gracias a la clonación tenemos una nueva manera de abordar la extinción de especies, una solución que busca deshacer algunos de los daños que le hemos hecho al planeta al devolver algunas de las especies que han desaparecido a partir de su caza desmesurada o la invasión de sus hábitats naturales.
Los ingredientes para “crear” cualquier criatura, están escritos en su ADN.
¿Qué otros animales además del mamut son candidatos a una futura “reencarnación” en la Tierra?, pues ciertamente, sólo lo podremos hacer con aquellos con los que contemos con su secuencia de ADN completa, sino, es imposible. Teniendo en cuenta que el ADN es destruido con mucha facilidad en cuanto el sujeto muere y se descompone, obtenerlo es muy complicado, es más, incluso si las condiciones fueran ideales (preservado en hielo, una cueva o regiones muy secas), el ADN no sobrevive más de un millón de años. Por desgracia, los dinosaurios no son los primeros de la lista, porque las especies que han desaparecido más recientemente tienen unas muestras de ADN más fáciles de reconstruir.
Un ejemplo de ADN viviente es el del gorila muy al borde extremo de la extinción. Los conservacionistas están tomando muestra de tejido de muchas especies amenazadas para congelarlas, de modo que se podrían resucitar con clones que usarían a parientes relacionados con ellos y un hábitat adecuado. Para los gorilas el sustituto sería el chimpancé.
Después del éxito logrado en la clonación de animales que viven en cautiverio, el Gobierno de Brasil, al que ponemos como ejemplo, se ha propuesto ahora clonar especies en peligro de extinción y que no sobreviven fuera del medio natural como el jaguar o el lobo crinado. Para ello ha creado un banco de genes en el que ya ha reunido 420 muestras celulares de ocho especies. Falta la segunda fase, la de extraer el núcleo de una de esas células, colocarlo en un óvulo y obtener un embrión de laboratorio.
Pero, ¿qué pasaría si criásemos a un tigre clonado como a un dulce gatito, ¿se acurrucaría en nuestro regazo? ¿O existe un comportamiento salvaje codificado en su ADN? La respuesta es Sí, los clones son sin duda animales salvajes con instintos salvajes. El comportamiento de estos clones refuerza la tesis de que los instintos, al menos en parte, son genéticos.
Terminamos con la reflexión de que, el regreso de las especies extintas por medio de la clonación, es una propuesta para equilibrar la biodiversidad. Pero de poco servirá clonar esos animales si no se modifican al mismo tiempo las causas que les han llevado al borde de la extinción, ya sea la caza masiva de ejemplares o las agresiones al hábitat en el que sobreviven.
El biólogo Stewart Brand dio una conferencia TED recientemente en la cual sugiere que para deshacer parte de los daños que el ser humano ha causado debemos regresar especies extintas al planeta.
Os dejamos con el vídeo de la conferencia TED en inglés:
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