Mi padre es uno de esos padres valientes…
Mi padre es uno de esos padres valientes…
A menudo lo echo de menos, ya que pasa largos días lejos de nuestro hogar. Él me dice que cuando sea mayor lo entenderé, y aunque ahora me parezca injusto y triste, dice que lo hace por mi bien y para que no me falte de nada. Mamá me cuida muy bien y me da grandes lametones, pero es con papá con quien vivo grandes aventuras y ambos me enseñan cosas importantes como no alejarme del grupo, cuidar de mis hermanos y saber divertirme! me dicen que ahora tengo que preocuparme sólo de eso, porque cuando crezca ya no será lo mismo ( aunque yo pienso ser siempre así, no sé qué se han creído…)
Papá me cuenta que ser padre y jefe de manada no es tarea fácil. Tiene que defendernos de peligros, asegurarse junto con mamá que no nos falte alimento y también me enseñan a ser precavido con otros seres vivos.
Cuando voy con papá a dar largos paseos me enseña extensas praderas, interminables lagos… y me dice que todo lo que alcanza a nuestra vista es nuestro hogar. Pero mi padre siempre añade que no todo es tan bonito como aparenta ser, y entonces me hace caminar unos kilómetros más y allí todo deja de ser de colores tierra para ser de un color gris e inhóspito. Papá siempre me dice que tenga mucho cuidado con acercarme a ese territorio pero que nunca olvide que hubo una época en que fue nuestro y que mis abuelos vivieron en esas tierras que hoy habita un ser vivo que aún nos resulta un tanto desconcertante.
A veces se acercan a nosotros con unos grandes artilugios que acercan a sus ojos y solo se oye un «click» y una luz blanca emana de tal manera que a veces aún me asusta. Otras veces vienen con otros aparatos que sujetan con dos manos, parecen pesados y largos y es entonces cuando papá hace su rugido de alarma y tenemos que salir corriendo. Una vez le pregunté por qué teníamos que irnos de nuestro hogar, a lo que papá me respondió que él tampoco lo entendía demasiado, pero sabía que esos aparatos eran peligrosos, ya que el abuelo después de acercarse a uno de ellos se oyó un ruido fuerte y seco, se durmió y nunca más volvió a despertar. Mi abuelo en una ocasión le dijo a mi padre que esos seres se hacían llamar «cazadores».
Yo aún no sé muy bien de que va todo esto, pero hoy quiero darle las gracias a mi padre por su protección y su cariño, por su esfuerzo y su valentía. Cuando sea mayor me acercaré a esos seres que a veces vienen a hacernos huir y les preguntaré si tienen cachorros, y si a ellos también les persiguen y «duermen» para siempre como a nuestros padres o abuelos, y por qué cada vez nos dejan con menos espacio donde deambular y buscar alimento. Y por qué están cambiando los colores y las formas de nuestro hogar.
La verdad es que ahora que lo pienso, no sé si quiero hacerme mayor… quiero seguir paseando con papá, seguir recibiendo lametones de mamá y arañazos de mis hermanos.
«Luchemos por defender los hábitats naturales de millones de especies que hoy en día se encuentran padeciendo un peligro mortal debido a la caza furtiva y a la alteración y desaparición de su entorno natural. Para que muchos padres y madres puedan seguir disfrutando y viendo crecer a sus crías y para que tus hijos puedan ver un día como es un tigre, un león, una ballena… y dónde viven. Para que no se lo tengan que contar los libros, sino su curiosidad.»
Feliz día del padre, amigos.
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