El lago que convierte a los animales en estatuas
En la mitología griega, Medusa era un monstruo con el rostro de mujer y la cabeza llena de serpientes. Cualquier persona que se atrevió a mirarla directamente fue convertida en piedra. En el norte de Tanzania, hay un lago que no es el mejor lugar del mundo para vivir ya que los animales que se sumergen en sus aguas mueren y se calcifican, hablamos del Lago Natrón.
Natrón tiene efectos particularmente en las aves, según publicó la revista New Scientist. Estos animales petrificados fueron descubiertos por el fotógrafo Nick Brandt, quien descubrió aves y murciélagos perfectamente conservados en las orillas de Natrón.
Sus aguas son de color rojo sangre, por las bacterias y algas que viven en él, y alcanzan temperaturas de 60 grados. Tiene un nivel de potencial de hidrógeno de entre 9 y 10 pH, alcalinidad extrema frente al pH 5,5 de la piel humana. El lago toma su nombre de natrón, o carbonato de sodio, una sal derivada de la ceniza volcánica acumulada en el Gran Valle del Rift.
Parece ser que los animales, sobre todo las aves, se ven atraídos hacia este mortal estanque por el reflejo de su superficie, según publicó la revista New Scientist.
Sin embargo, hay especies que se han adaptado a vivir en el lugar, tales como algunas especies de peces como la tilapia. Por otra parte, millones de flamencos anidan con regularidad en sus aguas. El Natron es el único lugar en el mundo donde los flamencos enanos se reproducen.
El fotógrafo Nick Brandt, conocido por dirigir el vídeo Earth Song de Michael Jackson en 1995, abordó este trabajo en África cuando descubrió los animales petrificados en las orillas de ese lago. Si bien es cierto que el fotógrafo tuvo que ubicar a aves muertas sobre la superficie del lago para culminar sus fotos, este hecho no le quita dramatismo a las instantáneas tan sobrecogedoras que pudo recoger.
“El agua del lago tiene una altísima densidad de natrón y de sal, tan alta que en unos segundos decapaba la tinta de mis cajas de película Kodak.” Afirmó el famoso fotógrafo.
Le llamó la atención cómo se conservaban los cadáveres de los animales, porque aún se podía apreciar detalles de la lengua de un murciélago o de su pelaje, aunque su hallazgo preferido fue el de águila pescadora.
“No había forma de moverles un ala o girarles la cabeza si buscaba una fotografía mejor. Eran como rocas. Así que lo que hicimos fue situarlos en ramas o piedras conforme los íbamos encontrando», explicó el fotógrafo.
Así pues podemos concluir que la naturaleza nos sorprende terrorífica y dramáticamente en África con este lago que convierte a las aves en estatuas de sal.