El Oso Polar y los Inuits
En la anterior entrega Wakan del “oso polar” hablamos de las generalidades y las amenazas de esta especie animal ártica. Hoy profundizamos en el misticismo que le envuelve, y en algunas curiosidades, y para ello debemos empezar hablando de la mitología Inuit.
El Mundo de Maestros Animales
La mitología inuit o mitología de los esquimales, tiene mucha semejanza con otras mitologías de los pueblos que viven en las regiones polares. La religión inuit tiene principios animistas y chamanistas. Los Inuits residen en una de las regiones del Canadá.
El Ártico canadiense alberga a alrededor de 16.000 osos polares, aproximadamente dos tercios de la población mundial.
La caza de la fauna ha sido una parte esencial de la cultura Inuit durante miles de años. Sigue siendo fundamental para el bienestar social y económico de los Inuits.
Los valores y prácticas culturales de los Inuits incluyen el uso total y sustentable y el tratamiento responsable y respetuoso de la fauna. Las comunidades Inuit cumplen un rol importante en la gestión conjunta de la fauna en Canadá y trabajan activamente a fin de garantizar la conservación de la fauna para generaciones futuras.
Los Inuit es posible que hayan aprendido del gran oso blanco sus técnicas de caza, por ejemplo la espera de las focas cerca de los orificios empleados por éstas para salir a la superficie y respirar. Además, su piel les proporcionaba protección ante las bajas temperaturas puesto que como otro hijo más de la madre naturaleza, el oso polar es una maquina perfecta de adaptación al medio en el cual debe sobrevivir.
Para aquellos inuit que mantienen sus creencias tradicionales los animales son un elemento muy importante en el equilibrio con la naturaleza, ya que son fuente de alimento, materia prima para la elaboración de sus tiendas, de su ropa y otros utensilios, así como fuente de inspiración de creencias espirituales y valores sociales.
Ciertos animales representan el poder, por ejemplo, el oso, el lobo, el cuervo, el águila y el castor y cada uno posee ciertas características que les hacen destacar por encima de los demás: el oso destaca por su fuerza, el lobo por su organización social y el águila por su agudeza visual. Los inuit creen que para estar especialmente fuerte contra espíritus malignos, es necesario guardar un equilibrio con la naturaleza y con el mundo espiritual, y por lo tanto con los animales y con sus maestros espirituales.
Los inuit creen que los animales poseen un alma o anirniit. Estos no son cazados por los inuit, sino que se dejan cazar. Cuando el animal muere, el cazador celebra una breve ceremonia para asegurar que su alma regrese al mundo no terrenal y se reuna con la sociedad animal, dispuesto a volver como presa. En gran parte de Alaska se celebran importantes fiestas destinadas a reconocer la aparición de los animales en el mundo e influir en ella.Tras la muerte física una parte del alma de los inuit entra en los infiernos o el cielo, dependiendo de cómo haya muerto. Otra parte se reincorporará a un pariente recién nacido: imponer a un niño el nombre de alguien fallecido significa que su antepasado le transferirá ciertas cualidades personales.
Para concluir esta entrega os dejamos con una curiosidad del oso polar ártico.
¿Sabíais que los osos polares blancos en realidad son negros?
Una de sus muchas curiosas características es su “abrigo de piel”. Y es que…el oso polar blanco…en realidad es negro. Su piel es oscura. Pero, además de una gran capa aislante de grasa, posee una intrincada estructura de pelos recios apoyados también por otra franja interior de pelos trasparentes más finos; los cuales, acaban de dar la perfección al “traje aislante” del oso al estar huecos y llenos de aire.
El resultado de toda esta combinación de capas y tejidos es el espeso pelaje blanco tan típico del oso polar.
¿Y por qué el oso polar es blanco si su piel es oscura? Pues porque los pelos del úrsido reflejan todo el espectro visible. Otra parte de la luz solar, se ve reflejada hacia dentro en dirección a su oscura piel, a través de sus pelos huecos, y queda almacenada en este complejo sistema manteniendo y regulando la temperatura del plantígrado.
Todo tiene un objetivo como absorber la mayor cantidad de luz solar posible, evitar su perdida y aislar al animal de las bajas temperaturas del exterior.