Juicios de valor: el efecto halo.
Siempre hacemos juicios, básicamente es algo habitual en nuestra vida cotidiana el emitir juicios sobre todo lo que encontramos. Si conocemos a alguien nos cae bien o mal, un libro nos gusta o nos disgusta, una compañía nos da confianza o no en sus productos… Este largo etcétera de juicios que hacemos cada día posee investigaciones alrededor suyo, y una común es el efecto halo.
¿Qué es el efecto halo?
El efecto halo puede decirse que es lo que coloquialmente se llama «juzgar un libro por las tapas», es decir, a partir de unas pocas características conocidas presuponemos características que no están necesariamente relacionadas con dicha característica.
La primera vez que fue contrastado el efecto halo fue gracias al psicólogo Thorndike el cual realizó a oficiales del ejército encuestas en forma test sobre sus soldados y observó que se juzgaba siempre en general al soldado como bueno o como malo, es decir, en el test una vez que se habían marcado unas características como buenas la mayoría de las veces se marcaba el resto como buenas.
Las manifestaciones del halo
De este modo, las investigaciones en el efecto Halo continuaron y el psicólogo Asch encontró que el ser atractivo en una persona era asociado a otras características, es decir, una persona atractiva nos parecerá más inteligente o maja a primera vista que una persona no atractiva.
Así, se da que cuando conocemos a una persona las primeras características que conocemos de ella son fundamentales en la imagen primera que nos llevamos de ella; es decir, si las características de esa persona nos parecen entonces la imagen que nos formamos de la persona es buena y viceversa si nos parecen malas. Así, el llevarnos la primera vez una buena o mala impresión de la persona es cuestión de que tipo de características apreciamos primero de dicha persona.
Otro ejemplo de este efecto es la lectura; cuando comenzamos un libro, el libro nos gusta y motiva a leerlo si al comienzo de él (las primeras páginas) nos gustó y nos sentimos motivados a leerlo, sino después difícilmente nos gustará el libro o nos motivará leerlo.
Algo a tener en cuenta
El efecto halo es algo a tener en cuenta a la hora de pensar en como juzgamos las cosas, dado que a veces podemos prejuzgar mal una persona, un objeto o una relación, porque hemos generalizado vacuamente las buenas características que encontramos al comienzo de él. Así, hemos de estar atentos al efecto halo y no caer es sus consecuencias, prejuzgar sólo por una primera impresión.
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