MUSA: “Un museo bajo el mar”

Musa son las siglas con que se conoce el Museo Subacuático de Arte ubicado en las aguas que rodean Cancún, Isla Mujeres y Punta Nizuc, en México.

El museo tiene como objetivo demostrar la interacción entre el arte y la ciencia de la conservación del medio ambiente. Forma parte de una compleja estructura de arrecifes que favorece la colonización de la vida marina, al tiempo que aumenta la biomasa en gran escala. Todas las esculturas se fijan al fondo del mar y están hechas de materiales especiales utilizados para promover la vida coralina. Las instalaciones ocupan una superficie de más de 420 m2 de sustrato estéril con un peso de más de 200 toneladas.

http://youtu.be/Lhn19Uya6xU

 

Jason de Caires Taylor es uno de los artistas (escultor y fotógrafo) que aportan sus creaciones a este museo tan peculiar. Desde muy pequeño disfrutaba la exploración de los arrecifes de coral en Malasia y es por ello que su vocación va orientada hacia el ecoturismo y la exploración estética dentro del mar. Tras 17 años de experiencia buceando, decidió transportar su trabajo a un medio en el cual el arte no había llegado. Taylor defiende la idea de un arte sostenible y tanto los materiales como su conceptualización apoyan este ideal.

Por otro lado, MUSA nació de la necesidad que tienen los corales naturales de no soportar una carga de visitas de los seres humanos excesivas (El Parque Marino de Cancún-Isla Mujeres, es una de las zonas marinas más visitadas en el mundo, con más de 750.000 visitantes anuales, afectando en alguna medida las estructuras naturales arrecifales), tanto por el uso de bronceadores como por el desconocimiento de la fragilidad que tienen los ecosistemas. Las esculturas hundidas de 6 artistas dan protección a peces y otras especies marinas y ayuda a propagar los corales vivos.

Aún siendo pensadas para que no altere el medio marino con materiales ecológicos, también su diseño está pensado para que albergue diferentes tipos de peces. En los agujeros planos de la base habitan crustáceos (cangrejos, langostas, camarones) y los pequeños son el refugio de coloridos peces minúsculos.

 Algo importante a resaltar es la metamorfosis de las esculturas, o mejor dicho, la constante apropiación que la misma naturaleza y vida marina hace de ellas, por lo cual es una especie de co-creación entre el humano y la naturaleza para lograr resultados estéticamente equilibrados en las dinámicas biológicas. Al cabo de muchos años, las estructuras artificiales pero amigables al medio ambiente, se irán convirtiendo en arrecifes coralinos. Este museo tan especial también tiene maneras diferentes de visitarlo, bien mediante buceo, snorkel o bien mediante un barco con ventana subacuática. Tres maneras de acercarse el ser humano al medio submarino y comprender su magnificencia.