¿Los signos zodiacales influyen en nuestra personalidad?

Los Signos del zodiaco representan la totalidad de la energía universal. La evolución de la energía particular en cada una de sus fases está reflejada en el viaje del zodiaco, desde su nacimiento (Aries) hasta su disolución (Piscis).

Hablar de Signos es hablar de la energía de la vida.

La psicología de cada signo del zodiaco, y sus características,  es la reacción de la psique humana colectiva y particular a la energía o signo correspondiente. Así pues, ¿los signos zodiacales influyen en nuestra personalidad o son tan solo coincidencias?

Cada persona está en sintonía con unas energías o signos determinados más que con otros, aunque todos tenemos en esencia el mándala zodiacal entero.

Son los Planetas, nuestras funciones psíquicas y filtros de consciencia de la realidad,  los que nos hacen identificarnos con signos concretos, de tal forma que tomamos las características de esa energía arquetípica.

Los signos más enfatizados en nuestra Carta Natal hablan de nuestra disposición genética o hereditaria, nuestro carácter innato, nuestras necesidades, nuestras motivaciones interiores, nuestra forma de ser particular.

Si la energía de los Signos del Zodiaco de la Carta encuentra adecuada expresión en el mundo externo, nos afecta positivamente en todos los campos de nuestra vida, ya sea el trabajo, relaciones afectivas… o incluso en nuestras actividades personales como la competición deportiva, jugos de azar, o la práctica de hobbies.

¿Qué es el signo zodiacal?

Aunque existen diferentes tradiciones (la occidental y la china por ejemplo) casi todas coinciden en que existen 12 signos zodiacales y cada uno se relaciona con ciertas características de la persona.

¿Cómo se establece el signo?

Se trata de la posición del Sol en relación a las constelaciones del Zodiaco (imagina una esfera inmensa que contiene al Sol, los planetas y a las estrellas) en el momento exacto del nacimiento de una persona. Además los astrólogos plantean que el ascendente también es muy importante para establecer las características de la personalidad. Este último tiene que ver más bien con la hora exacta en que se nació. Estos conocimientos se han ido desarrollando desde el siglo II A.C en Egipto.

Muchas personas no creen en los signos zodiacales. Lamentablemente con el tiempo, se ha hecho mal uso de la astrología. Ha sido utilizado por charlatanes o estafadores para aprovecharse de otras personas. Otro de los errores en los que se ha caído es el de la generalización.

Si por ejemplo se dice que un pisciano es “soñador”, no quiere decir que todas las personas nacidas entre fines de febrero y quincena de marzo se la pasen en medio de ensoñaciones. Lo que quiere decir es que tienen tendencia en la mayoría de los casos a soñar mucho, pero ojo que también allí influye el ascendente, además de otros factores que nada tienen que ver con la astrología como los hereditarios, los de crianza, cultura, educación, entorno social, etc.

Hace 350 años, Alawa Lorun Obatala Baba Alaye analizó cada uno de los signos zodiacales y escribió las características que definen nuestra personalidad de acuerdo a nuestra fecha de nacimiento. Aquí os dejamos la principal característica de cada signo:

  • ACUARIO (Enero 20 – Febrero 18) – Transparente.
  • PISCIS (Febrero 19 -Marzo 20) – El compañero de la vida.
  • ARIES (Marzo 21 – Abril 19) – El mentiroso.
  • TAURO (Abril 20 – Mayo 20) – La Trampa.
  • GÉMINIS (Mayo 21 – Junio 20) – Irresistible.
  • CÁNCER (Junio 21 – Julio 22)- El tierno.
  • LEO (Julio 23 – Agosto 22) – El León.
  • VIRGO (Agosto 23 -Septiembre 22) – El que espera.
  • LIBRA (Septiembre 23 – Octubre 22) – El agradable.
  • ESCORPIO (Octubre 23 – Noviembre 21) – El Adicto.
  • SAGITARIO (Noviembre 22 – Diciembre 21) – El Promiscuo.
  • CAPRICORNIO (Diciembre 22 – Enero 19) – El amante.

De nosotros depende cómo manejamos esa energía. En nuestra voluntad reside el poder de tomar conciencia de toda nuestra energía zodiacal, hacerla fluir, y sentirnos completos, o permanecer, por el contrario, reprimiendo partes de nosotros.