Calamares voladores
El famoso explorador noruego Thor Heyerdahl afirmó haber visto planear calamares durante al menos 50 metros en la expedición Kon-tiki de 1947.
Los cefalópodos de la familia Ommastréfidos son grandes y veloces nadadores, pero tienen gran fama e interés para los científicos no por su desplazamiento en el agua sino fuera de ella. Alcanzan velocidades superiores a los 35 km por hora, adoptando una peculiar forma con su cuerpo logran planear grandes distancias.
Según los investigadores, estos animales son capaces de salir huyendo como cohetes, pues en julio del 2011, rastrearon un banco de 200 calamares en el océano Pacífico, a 600 kilómetros de la costa de Tokyo y cuando su barco estuvo lo bastante cerca, estos pequeños calamares voladores escaparon a una velocidad vertiginosa, capaces de suspenderse por cerca de tres segundos en el aire y recorriendo una distancia de 30 metros.
Estos calamares voladores utilizan la estrategia del vuelo no sólo para emprender la huida, sino posiblemente porque esta modalidad de avance supone un considerable ahorro de energía.