Qué tener en cuenta para hacer experimentos científicos para niños
Es importante animar a los niños a usar sus sentidos para observar objetos y eventos a su alrededor y que empleen todas las palabras que se les ocurran para describir su entorno, ya sean texturas, sonidos, olores, colores, forma, tamaño… ya que además les ayudará a desarrollar su vocabulario y sus habilidades de observación. Los niños son científicos naturales ya que, afortunadamente, su curiosidad no tiene límites, y con un poco de supervisión adulta hasta los más pequeños de la casa pueden hacer ciencia.
Hay que incitarles a que nos hagan partícipes de sus iniciativas y de las ideas que se les van ocurriendo con preguntas abiertas como “¿Qué es lo que estás haciendo? ¿Qué crees que sucederá ahora?¿Por qué crees que ha pasado esto?,etc. También crear un diario con los experimentos que llevamos a cabo con ellos es otra de las recomendaciones que os planteamos. Llevar un registro de todo el tiempo que pasan divirtiéndose y aprendiendo con la ciencia puede ser muy útil para aumentar también su curiosidad por este campo o incluso despertarles interés hacia otro relacionado.
A continuación te sugerimos algunos experimentos sencillos que puedes llevar a cabo con tus hijos:
1- Proceso de capilaridad: Cuando un líquido sube por un tubo capilar, es debido a que la fuerza intermolecular o cohesión intermolecular entre sus moléculas es menor que la adhesión del líquido con el material del tubo; es decir, es un líquido que moja. El líquido sigue subiendo hasta que la tensión superficial es equilibrada por el peso del líquido que llena el tubo. Éste es el caso del agua, y esta propiedad es la que regula parcialmente su ascenso dentro de las plantas, sin gastar energía para vencer la gravedad.
2- Elaborar “huevos saltarines”: Observar como el ácido acético del vinagre acaba con el carbonato cálcico de la cáscara del huevo y penetra en su interior engrosando la membrana del huevo.