Dieta macrobiótica: orígenes y conceptos
La raíz del término Macrobiótica se halla en las palabras griegas y sánscritas: «Makros» que significa «grande», «Maka» que expresa «maravillosa» y Biótica que proviene de «Bios» , en resumen significa vivir un estilo de vida ordenado, responsable y equilibrado.
El primer registro conocido del vocablo Macrobiótica se encuentra en el ensayo del griego Hipócrates, ensalzado El Grande, originario de Cos, titulado «Aire, agua y lugares» datado hace unos 2.400 años, donde lo emplea para referirse a las personas longevas y sanas. Los estudios actuales consideran al japonés Ekken Kaibara (1630-1716), quizás el primer teórico naturista oriental que divulgó y, en parte sistematizó, la naturopatía de su tiempo y sentó las bases higienistas y filosóficas de lo que dos siglos después eclosionaría como Macrobiótica nipona. Ya en el siglo XX, es George Ohsawa quien la introduce en occidente y la labor de investigación y adaptación que sus diferentes discípulos y a su vez los discípulos de sus discípulos han venido desarrollando. Oshawa comenzó la difusión de la macrobiótica en Japón en 1924, unos cuantos años después del final cronológico de la 2ª revolución industrial, publicando a partir de entonces varios libros sobre salud natural, filosofía, relación entre el modo de vida, la alimentación y nuestro estado interno, tratados para la paz mundial…
La dieta macrobiótica divide los alimentos en:
- Alimentos Yang: si su “energía” es caliente, tonificante y contractiva como los cereales, legumbres, pescado, carne, la sal, verduras de raíz…
- Alimentos Yin: cuando su energía es fría, dispersante y debilitante como el azúcar, la miel, los lácteos (leche, quesos y yogures) las frutas (sobre todo las tropicales como Plátano, Mango, Kiwi, Papaya, Piña…), verduras como las patatas (papas), berenjena, tomate y remolacha, el alcohol.
Hay que tener en cuenta, que la dieta macrobiótica debe ser adaptada a las diferentes condiciones personales, climáticas, geográficas… pero si consideramos un modelo de alimentación macrobiótica estándar, ésta debe contener:
- 50 a 60% de la alimentación diaria deben ser cereales integrales. Cereales integrales incluyen arroz integral, cebada, mijo, avena, maíz, trigo, centeno, trigo sarraceno, cuscus, bulgur, copos de avena, copos de cebada, harinas, pan, etc. Se debe dar preferencia a los cereales en grano, en particular si hay problemas serios de salud. Ya que los cereales en forma de harinas son más difíciles de digerir, y al oxidarse pierden muchas propiedades.
- Debe haber Sopa 1 o 2 veces al día. Las sopas son en general de verduras, pero pueden también incluir cereales, legumbres, algas, pescado… Una sopa particularmente aconsejada es la Sopa de Miso, debido a los efectos benéficos que el Miso (pasta de soja fermentada) tiene en la regeneración de la flora intestinal.
- 25 a 35% de verduras variadas. Las verduras deber ser cocinadas de diferentes formas. Pero es importante que algunas está cocinadas durante mucho tiempo, y otras levemente o consumidas en forma de ensalada cruda. Verduras de uso diario incluyen: cebolla, zanahoria, calabaza, brócoli, col, perejil, nabo, coles de Bruselas, champiñones y setas, germinados, nabizas, berzas … Verduras como la patata, los tomates, las berenjenas, son generalmente desaconsejados, o se deben usar muy ocasionalmente si se tiene una buena salud.
- 10 a 15% de la alimentación legumbres, y derivados de las legumbres y algas. Las legumbres incluyen garbanzo, lentejas, azukis, judías blancas, pintas, y todas las legumbres disponibles en los diversos climas. Derivados de las legumbres como tofu, tempeh, natto, seitan (en este caso es una derivado del trigo, pero es un alimento con un alto contenido proteico, por eso se incluye en éste apartado) pueden y deben también ser usadas regularmente.
Las algas fueron durante muchos años utilizadas en diferentes culturas y se utilizan en pequeñas cantidades, cocinadas con verduras, legumbres o cereales. Las algas para uso regular tienen nombres como wakame, kombu, aramé, hiziki, nori entre otras. También debemos incluir cantidades variables de frutos secos,pescado (preferiblemente blanco, frutas de estación y bebidas como té, café de cereales o zumos de frutas.
El aspecto positivo de este tipo de dieta es que promueve la alimentación saludable sin embargo puede llevar a causar un déficit de proteínas, minerales, vitaminas y otras carencias nutricionales si se sigue de manera estricta.