El lago Uyuni, una mágica extensión
Se trata del salar o el desierto de sal más grande del mundo, al área que comprende Uyuni tiene una extensión de 10582 km2 y forma una escena única, delirante…psicodélica. La fina capa de agua (aproximadamente 1 cm) sobre la extensión de sal que se forma en el suelo, refleja el cielo del desierto a la perfección, tal como si fuese un espejo. Su superficie es tan lisa y reflectiva que se utiliza para la calibración de satélites, ya que durante la época del año en la que esta cubierta de agua está baja, es hasta 5 veces más útil que la calibración con los océanos.
La composición química del suelo de este salar tiene enormes cantidades de litio, boro, potasio, magnesio, carbonatos y sulfato de sodio. Su geología proviene de antiguas formaciones paleozoicas, mesozoicas y cenozoicas. El conjunto, convierte a este lugar en un sitio tan pintoresco e interesante como importante para el estudio científico.
En este lugar, hace 40000 años, se hallaba un gigantesco lago llamado Ballivián, que al evaporarse formó éste salar y el de Coipasa. Los lagos de Poopó y Uru Uru, todavía son reminiscencias del Ballvián y es posible que en unos miles de años acaben por convertirse también en salares.
Existen aproximadamente 11 capas de sal, con espesores que varían entre los dos y diez metros. La costra que se encuentra en la superficie tiene un espesor de 10 metros. La profundidad del salar es de 120 metros, el cual está compuesto de capas de salmuera superpuestas y barro lacustre. El salar es explotado por cooperativas y de él viven miles de personas en la zona. Todos los años se extraen 25.000 toneladas de sal, siendo una de las reservas más grandes del planeta. Aparte de la sal también se extraen cantidades ingentes de litio, potasio, boro y magnesio.
Es muy posible que el litio de las pilas que tienen ahora mismo en los componentes electrónicos provenga de Uyuni, pues también es una de las reservas más grandes del mundo de este preciado mineral.
Unido al beneficio económico de la explotación del salar, se une la del turismo, pues toda la zona es uno de los destinos favoritos de Bolivia. Aproximadamente 60.000 turistas acuden al lugar cada año, sobre todo en el mes de Noviembre, cuando las lluvias cubren gran parte del salar con una fina capa de agua que le otorga una magia única e indescriptible y que es bastante difícil intentar explicar en palabras. Esta época también es la de la cría de varias especies de flamencos, aportando un toque de colorido para, si cabe, darle un poco más de belleza al lugar.
La isla mayor del conjunto es conocida como Isla del Pescado, y también es un centro turístico dentro del mismo salar. Se han encontrado momias en cavernas en los bordes del salar con más de 3000 años de antigüedad, lo cual indica que ya las antiguas civilizaciones sabían beneficiarse de éste inhóspito y peculiar rincón de la cordillera andina.