Una cultura desconocida y fascinante

Hablar de China es hablar de un mundo entero, todos hemos oído hablar del gigante asiático dormido que empieza a despertar, pero salvando cuatro tópicos son pocos los que conocen bien una cultura inquietante que nunca ha cesado de obsesionar al imaginario occidental desde que Marco Polo describiera parte de las maravillas de esta región del mundo.

La historia de China es una enorme muestra de un pueblo que ha mantenido casi intactos todo el conocimiento acumulado a lo largo de milenios, es una cultura arraigada en un inmenso saber que puede sentirse orgullosa de ser la misma desde su inicio. El pueblo chino no ha sufrido los efectos de grandes invasiones y gran parte de su cultura es local, como el sistema de escritura, numerosas facetas de su arte, su arquitectura, o los idiomas apenas han variado en más de 3000 años.

Hoy empezaremos descubriendo solo una minúscula parte de este dragón gigante. El río Yangtzé es como una de las arterias principales que nutren al gigante, siendo uno de los lugares más espectaculares del imperio, sin duda, las Tres Gargantas del Yangtsé, en la provincia de Hubei, al sudoeste de China,  ofrecen un espectáculo extraordinario siendo el único cañón del mundo que se puede recorrer a bordo de unas lujosas embarcaciones de crucero.

Con 630 km de cañón a lo largo de las gargantas Qutang, Wu y Xiling, los barcos navegan entre una misteriosa atmósfera, envueltos por la bruma que oculta los acantilados y los picos rocosos. Las Tres Gargantas son mundialmente famosas porque albergan la presa más grande del mundo. A lo largo de las montañas que se sumergen abruptamente en el río, se encuentran inmensos bosques, templos milenarios.