Vivir plenamente: Mindfulness y la naturaleza
Escrito por Darío Santos Castillo, psicólogo y especialista en Mindfulness
En un mundo en el que el estrés es la enfermedad del actual siglo, debemos aprender a relajarnos y la naturaleza nos ayuda a conseguirlo mediante la práctica del mindfulness.
Mindfulness es un estado de consciencia en el que se atiende a la experiencia presente sin valorarla como buena o mala, aceptando lo que ocurre tal y como es, sin reaccionar a ello.
Un entorno natural es un lugar idóneo para practicar mindfulness. El sonido de los pájaros o del agua, el aire fresco que se respira, los diferentes aromas que las flores nos ofrecen, así como el tacto de la tierra o la hierba en nuestro cuerpo pueden ser elementos con los que deleitarnos si les prestamos atención.
Frecuentemente tenemos la cabeza tan abarrotada de pensamientos sobre lo que tenemos que hacer, asuntos sin resolver, conflictos internos, conversaciones con nosotros mismos, etc., que nuestra capacidad atencional, que es limitada, está absorbida por nuestro diálogo mental, y esto no nos permite atender conscientemente a lo que ocurre a nuestro alrededor.
Para poder disfrutar plenamente de lo que la naturaleza nos ofrece hemos de ser conscientes de nuestra atención. Podemos comenzar buscando un lugar cómodo en el que sentarnos, procuraremos tener la columna recta en todo momento. Apoyar las manos sobre los muslos puede ayudarnos a mantener la postura erguida.
Cuando estemos cómodamente sentados empezaremos siendo conscientes de la respiración, de cómo nuestro cuerpo necesita inspirar y expirar. Nos dejaremos descansar en el vaivén tranquilizador de la respiración surgiendo de forma natural, sin tratar de controlarla. Cada vez que nos demos cuenta de que nuestra atención se ha ido a un pensamiento o a una emoción, muy tranquilamente volveremos a atender a nuestra respiración.
Este sencillo proceso en el que dejamos pasar a los pensamientos en vez de centrarnos en ellos, nos permite disponer de toda nuestra capacidad atencional para posarla donde deseemos. Cuando nos encontramos en este estado de consciencia plena, podemos experimentar con nuestros sentidos, por ejemplo atendiendo a un sonido en particular o a todos los sonidos al mismo tiempo, y así regocijarnos con lo que la naturaleza nos brinda.
Esta es una sencilla manera de lograr vivir relajadamente utilizando los 5 sentidos (aunque se haga con los ojos cerrados) y, apreciando lo que la Madre Tierra nos pone a nuestro alcance para hacer nuestro día a día más fácil. ¿TE ANIMAS A PROBARLO?
SIÉNTETE WAKAN!!
Blog de Darío Santos: seronoself.wordpress.com/publicaciones-en-webs-amigas/
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