El cerebro de los elefantes
El cerebro del elefante es el más grande de los cerebros de los mamíferos terrestres, y está localizado en la parte trasera del cráneo. Los elefantes nacen con el 35% de la masa que tendrá su cerebro de adulto, casi igual que los humanos.
Los elefantes están entre los animales más inteligentes que existen.
Los elefantes tienen la peculiaridad de poder recordar año tras año la ubicación exacta de pozos naturales en épocas de sequía, reconocen los huesos de los cadáveres de su manada, e incluso, aman y pasan por fases de duelo.
Los elefantes son capaces de identificar si una persona supone una amenaza para ellos ya que pueden diferenciar entre distintos grupos étnicos, el diferente lenguaje humano, edad, sexo, e incluso la voz falsa de una mujer. Los delfines y las orcas tienen capacidades similares.
Esta capacidad de diferenciar si la presencia del humano es o no una amenaza tiene un impacto importante en el comportamiento de los animales salvajes, ya que evita interrupciones en su alimentación y también estrés. Parece que la aprenden los jóvenes miembros de la manda siguiendo el ejemplo de la matriarca.
Los elefantes tienen un miedo atroz a los masai, y esto es producto de años de interacción, pues las dos poblaciones coexisten en el mismo ecosistema. Si faltan recursos o algún elefante mata a alguna vaca del rebaño el conflicto se desencadena. Este miedo es tal que incluso llegan a diferenciar el olor de un masai o el color rojo de su ropa.
Investigadores de la Universidad de Saint Andrews, han concluido que los elefantes africanos son capaces de entender una gran variedad de gestos humanos sin un entrenamiento previo destinado a ello. Este fantástico descubrimiento convierte a los elefantes en la primera especie animal capaz de decodificar e interpretar estos niveles de comunicación promovidos por los humanos.
Gracias a esta capacidad de interpretación ha hecho posible domesticar los elefantes. Además de establecerse un estrecho vínculo entre los hombres y esta especie, todo a pesar de su alta peligrosidad y difícil manejo, sobre todo por su gran tamaño.
¿Sabías que los elefantes son los animales salvajes más leales?