El arte de empatizar
¿Sabemos realmente empatizar con las personas de nuestro alrededor, o con nuestros seres queridos?
A algunos seguro que os nace de manera natural y prácticamente no tenéis ni que pensar en hacer tal ejercicio. No obstante, no es lo que suele abundar y cuando nos proponemos a escuchar a alguien lo hacemos desde un punto de vista egocéntrico y poniéndonos muchas veces como ejemplo (“pues a mi me pasó lo mismo…”, “pues yo te digo que debes hacer esto…”). Cuando una persona está principalmente centrada en sí misma, en satisfacer sus deseos y en su propia comodidad, no se preocupa por lo que los demás puedan estar sintiendo y no tiene una respuesta empática ante ellos.
Empatizar no es más que la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando. Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben «leer» a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas.
¿Qué errores solemos cometer al intentar empatizar?
-Restarle importancia a lo ocurrido: “No ha sido para tanto…” Evidentemente queremos calmar a la persona, pero es muy probable que la enfademos más y le trasmitamos el mensaje de: “no me comprende, o no me ha escuchado”
-Aleccionar a la persona: “En estos casos sabes lo que hay que hacer?, mira yo en tu lugar me acercaría a esa persona y le diría…” Con esta respuesta, pese a que nuestra intención es ayudar y dar ideas, le estamos transmitiendo a la persona que no es válida y que debe aprender de los demás en un momento que emocionalmente necesita comprensión, no lecciones.
-Poner ejemplos sobre uno mismo y desviar el tema de conversación: “Pues a mí me pasó algo similar el otro día mientras estaba en la oficina, y lo que hice…” ¿Te das cuenta que estaba hablando sobre mí?
-Juzgar y criticar la actuación del otro: “así no vas a conseguir nada” “no me extraña que te grite, si le dejas que lo haga lo seguirá haciendo” “¿no ves que has de cambiar de modo de actuar?”
¿Cómo podemos ser personas más empáticas?
Observando con más detalle a los demás mientras habla con ellos, prestándoles toda su atención y observando todos los mensajes que esa persona transmite, esforzándose por ponerse en su lugar y «leer» lo que siente. Si mientras habla alguien, estás más pendiente de tus propias palabras, de lo que dirás después, de lo que hay a tu alrededor o de ciertas preocupaciones que rondan tu mente, tu capacidad para «leer» a la otra persona no será muy alta. Pero la empatía es mucho más que saber lo que el otro siente, sino que implica responder de una manera apropiada a la emoción que la otra persona está sintiendo.