No es lo que parece
Hemeroplanes triptolemus es una polilla de la familia Sphingidae que vive en áreas tropicales de centro América y posee un extraordinaria capacidad cuando aún es oruga, fruto de la evolución que deja temerosos a más de uno.
Su aspecto no levanta sospecha alguna, no mide más de 85 milímetros de longitud y son de color verde y marrón. Comen hojas, y al convertirse en polilla puede alcanzar los 10 cm. Nada hace pensar lo que es capaz de hacer…
Cuando se siente amenazada puede modificar de tamaño su abdomen transformándolo en una réplica casi exacta de la cabeza de una serpiente. Pero, ¿en qué momento es capaz de utilizar esta innovadora técnica? Efectivamente, lo hace con el fin de espantar a las aves insectívoras, que seguramente se sientan incómodas por la repentina aparición de una “serpiente” y no de un rico tentempié.
No sólo aumenta el tamaño de su abdomen, sino que además, hincha el resto de su cuerpo y se balancea al igual que lo hacen las serpientes al alzarse con el fin de mostrar una actitud más amenazante.
Claramente, su técnica de disuasión de depredación, donde animales inofensivos imitan a otros más peligrosos se basa en el mimetismo batesiano. Con todo ello persigue un fin, que es el de convertirse en una polilla y no servir de aperitivo antes de lograrlo.
Bien es conocido en algunas especies del reino animal la “fama” que tienen las serpientes, y es por ello que el tener esta capacidad dota a estas polillas de una ventaja en su desarrollo que hace que disminuya su consumo por parte de ciertas aves y aseguren así la supervivencia de su especie.
Estos “tesoros” evolutivos que dan muestra de la lucha por la supervivencia y del ingenio de las especies que nos rodean, hacen que nunca dejemos de asombrarnos frente al gran “cofre de tesoro” que es la naturaleza.
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